Los blogs a los que accedo habitualmente se hacen eco de la situación que vive el ciclismo de base. No es una situación que se haya dado esta temporada, ya se arrastra desde hace tiempo. Las causas son múltiples y no nos podemos quedar en un sola: el riesgo que los padres ven en la carretera, los casos de dopaje que los medios se encargan de amplificar, la creciente pérdida de valores asociados al auténtico ciclismo, la sedentarización en las edades más jóvenes...
La realidad es que apenas hay chavales que quieran practicar este deporte y las cosas no parece que se vayan a arreglar. Ciertamente, es mucho más goloso pensar en un futuro de dinero, fiestas y pibas que en uno de trabajo, sacrificio y dolor, aunque tenga como recompensa final lo que más ansía toda persona,sea o no vanidosa: el orgullo y el reconocimiento.
En el Club Ciclista Sant Boi, con Jesús Ruiz al frente de la Escola de Ciclisme, trabajamos para cambiar esta situación dentro de nuestras posibilidades. Hay que lidiar con muchos toros (federaciones, administración pública, padres que desconfían de este deporte por uno u otro motivo, etc) y muchas veces las cosas no se nos ponen fáciles.
Contamos con un grupo más o menos estable de aproximadamente 30 chavales (hoy en día son todos chicos, aunque en ocasiones los equipos han tenido alguna chica) a los que se les proporciona material para toda la temporada (ropa de carrera, de calle, etc.) y, como en Catalunya son pocas las carreras que se organizan últimamente para estas categorías, acostumbran a disputar carreras en otras comunidades, a veces con victorias (como la de David Aneas en Oteiza, Navarra). Nosotros nos podemos dar por satisfechos por contar con esta cantidad (y calidad) de chavales, pero en otros clubes la situación no es tan buena.
Llevamos muchos años intentando que se haga realidad un proyecto que tiene ya 25 años, la construcción de un circuito para bicicletas en Sant Boi, un proyecto que sin duda daría vidilla al ciclismo en nuestro municipio, donde, entre otras cosas, podríamos organizar sin problemas actividades para los más pequeños. Recientemente, los altos cargos del club tuvieron una breve charla con el alcalde de Sant Boi y sapremió a todo el mundo no sólo para tenerlo finalizado lo antes posible, sino para comenzar las obras rápidamente. La verdad, nosotros ya nos damos por vencidos. Si lo quieren hacer, que lo hagan; si no, pues mira... hemos sobrevivido todos estos años sin circuito y nunca hemos prometido nada que no fuésemos a cumplir. Tan sólo hemos alimentado muchas expectativas, las nuestras incluídas.
Una de las ideas que tenemos preparadas, pero que no realizamos por no disponer de un presupuesto suficiente, es una liga en la que participarían los colegios de la ciudad, con la "jornada final" el día de la Berga-Sant Boi; mientras llegase el pelotón, los chavales realizarían sus carreras bajo una auténtica llegada de corredores (aún me acuerdo cómo me impresionaba a mi pasar bajo el arco de meta de las etapas de la Volta).
En fin, tenemos muchas ideas pero no el respaldo suficiente, como suele ocurrir casi siempre. Nos tenemos que ir a hacer carreras a las zonas industriales porque dentro de la ciudad estorbamos; no podemos convertirnos en un lobby porque no tenemos el peso específico necesario; no contamos con un número de votos lo suficientemente grande como para que se nos tenga en cuenta a la primera. Al final, lo que más cuenta en el desarrollo actual del ciclismo es el politiqueo y no las ganas que tenemos los mataos de la bici por hacer las cosas bien.
La realidad es que apenas hay chavales que quieran practicar este deporte y las cosas no parece que se vayan a arreglar. Ciertamente, es mucho más goloso pensar en un futuro de dinero, fiestas y pibas que en uno de trabajo, sacrificio y dolor, aunque tenga como recompensa final lo que más ansía toda persona,sea o no vanidosa: el orgullo y el reconocimiento.
En el Club Ciclista Sant Boi, con Jesús Ruiz al frente de la Escola de Ciclisme, trabajamos para cambiar esta situación dentro de nuestras posibilidades. Hay que lidiar con muchos toros (federaciones, administración pública, padres que desconfían de este deporte por uno u otro motivo, etc) y muchas veces las cosas no se nos ponen fáciles.
Contamos con un grupo más o menos estable de aproximadamente 30 chavales (hoy en día son todos chicos, aunque en ocasiones los equipos han tenido alguna chica) a los que se les proporciona material para toda la temporada (ropa de carrera, de calle, etc.) y, como en Catalunya son pocas las carreras que se organizan últimamente para estas categorías, acostumbran a disputar carreras en otras comunidades, a veces con victorias (como la de David Aneas en Oteiza, Navarra). Nosotros nos podemos dar por satisfechos por contar con esta cantidad (y calidad) de chavales, pero en otros clubes la situación no es tan buena.
Llevamos muchos años intentando que se haga realidad un proyecto que tiene ya 25 años, la construcción de un circuito para bicicletas en Sant Boi, un proyecto que sin duda daría vidilla al ciclismo en nuestro municipio, donde, entre otras cosas, podríamos organizar sin problemas actividades para los más pequeños. Recientemente, los altos cargos del club tuvieron una breve charla con el alcalde de Sant Boi y sapremió a todo el mundo no sólo para tenerlo finalizado lo antes posible, sino para comenzar las obras rápidamente. La verdad, nosotros ya nos damos por vencidos. Si lo quieren hacer, que lo hagan; si no, pues mira... hemos sobrevivido todos estos años sin circuito y nunca hemos prometido nada que no fuésemos a cumplir. Tan sólo hemos alimentado muchas expectativas, las nuestras incluídas.
Una de las ideas que tenemos preparadas, pero que no realizamos por no disponer de un presupuesto suficiente, es una liga en la que participarían los colegios de la ciudad, con la "jornada final" el día de la Berga-Sant Boi; mientras llegase el pelotón, los chavales realizarían sus carreras bajo una auténtica llegada de corredores (aún me acuerdo cómo me impresionaba a mi pasar bajo el arco de meta de las etapas de la Volta).
En fin, tenemos muchas ideas pero no el respaldo suficiente, como suele ocurrir casi siempre. Nos tenemos que ir a hacer carreras a las zonas industriales porque dentro de la ciudad estorbamos; no podemos convertirnos en un lobby porque no tenemos el peso específico necesario; no contamos con un número de votos lo suficientemente grande como para que se nos tenga en cuenta a la primera. Al final, lo que más cuenta en el desarrollo actual del ciclismo es el politiqueo y no las ganas que tenemos los mataos de la bici por hacer las cosas bien.
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