Me preparo para rodar por la noche

Hace apenas un mes aún se podía rodar sin problemas a las ocho de la noche... ahora es casi una locura hacerlo! El Sol está cada vez más bajo y los entrenos hay que cambiarlos un poco.

En invierno, cuando la noche se convierte en tu compañera sobre la bici, hay que ir con precaución e intentar ser visible. Para esto último, yo utilizo:

Una luz delantera blanca (colocada sobre el manillar con un soporte, al lado del cuentakilómetros). Funciona con pilas y las que utilizo son recargables que me pueden durar unas 3 sesiones de entreno.

Una luz trasera de color rojo. También funciona con pilas (y también me pueden durar unas 3 sesiones de entreno).

Cintas reflectantes sobre la muñeca izquierda (para que me ven señalizar las maniobras que haga) y otra sobre el tobillo izquierdo, para que se vea algo "en movimiento" desde detrás. El llevarlas en el lado izquierdo es para que pueda llamar más la atención a los conductores, a la derecha queda algo escondido y, puede dar la sensación de "poco bulto".

Para este año la intención es ampliar un poco más el catálogo de piezas e incorporar, por ejemplo, un led en el casco.

También toca cambiar el lugar de entreno y una iluminada y solitaria zona industrial se convierte en el velódromo de unos cuantos ciclistas nocturnos.

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